Antes de proceder a la colocación del tubo laríngeo, es necesario: elegir el tamaño adecuado, desinflar los globos, lubricar con gel hidrosoluble y, si es pertinente, sedar al paciente. Si es posible: preoxigenar. Posición de la cabeza: ligeramente extendida, aunque en pacientes traumatizaos puede introducirse en posición neutra fijando manualmente la cabeza. Traccionamos el maxilar inferior del paciente con la mano no dominante provocando una maniobra de elevación mandibular que permite la apertura de la vía aérea. Con la otra mano, sujetamos el tubo por encima del globo proximal como un lápiz. Lo introducimos suavemente en la boca y lo hacemos avanzar a ciegas (por la línea media y con una ligera presión sobre el paladar blando) hasta que las marcaciones de dientes del tubo coincidan con los incisivos. Inflamos los globos utilizando una jeringa grande a través del globo piloto: 60-90 ml de aire según el tamaño del tubo laríngeo (presión con el manómetro de control de 60 cmH20) |