Son tubos de goma o plástico que se introducen por vía nasal.
Son menos eficaces que las orofaríngeas dado que su luz es menor y que tienen mayor riesgo de obstrucción por secreciones o sangre.
Indicaciones:
En pacientes intoxicados o semiinconscientes que no toleran la cánula orofaríngea.
En situaciones con dificultad para abrir la boca, por ejemplo, el trismus o traumatismos peribucales.
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Técnica1. Utilizar las medidas de protección adecuadas.
2. Seleccionar la cánula nasofaríngea con el tamaño más apropiado. Tamaño: desde el pabellón auricular hasta la nariz.
3. Lubrificamos la cánula con lubricante anestésico hidrosoluble.
4. La Introducimos suavemente por uno de los orificios nasales hasta la parte posterior de la faringe por
detrás de la lengua. Si hay resistencia, rotarla ligeramente.
5. Si el paciente está en respiración espontánea oiremos la salida de aire al pasar por la cánula.
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Complicaciones
Una técnica inadecuada puede originar las siguientes complicaciones:
- Una cánula larga puede insertarse en el esófago.
- Puede provocar vómitos, laringoespasmos y edema de glotis.
- Lesiones de la mucosa nasal.
- Hemorragia nasal y broncoaspiración.
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