Via aérea, ventilación y circulación

1. Colocamos al paciente en decúbito supino.

2. Colocamos una cánula orofaríngea.

3. Seleccionamos el tamaño de mascarilla adecuado y prepare la bolsa de ventilación.

4. Pegamos la mascarilla a la cara del paciente, sellando boca y nariz.

5. Mantengamos la cabeza en hiperextensión.

6. Ventilamos al paciente comprimiendo y descomprimiendo suavemente la bolsa de ventilación.

7. Valorarmos la eficacia de las ventilaciones observando la expansión del tórax.

Bolsas autohinchables:

1. Sin conexión a oxígeno. Ventilar con aire ambiente.

2. Conectando  una fuente de oxígeno.

3. Conectando la bolsa reservorio. Antes de empezar a ventilar, conectar la bolsa reservorio a una fuente de oxígeno y esperar a que ésta se infle. Nunca ventilar a un paciente con una bolsa de ventilación con bolsa reservorio sin conectar a una fuente de oxígeno.

El sellado de la mascarilla con boca y nariz del paciente, lo podemos realizar con uno o dos reanimadores:

1 Reanimador: Colocamos el pulgar, de la mano no dominante, en la porción nasal de la mascarilla y el índice sobre la mentoniana, presionando hacia la cara del paciente. Con los dedos 3, 4 y 5 nos apoyamos en la arcada mandibular y traccionamos ésta hasta sellar la interfase mascarilla-cara del paciente. Con la mano dominante comprimimos la bolsa autohinchable.

2 Reanimadores: Un reanimador realiza el sellado de la mascarilla ayudándose de las dos manos y el otro realiza las compresiones de la bolsa de ventilación.