El término de soporte vital básico SVA engloba las acciones iniciales encaminadas a la atención de la vía aérea, la ventilación y la circulación del paciente en circunstancias críticas como el paro respiratorio, el paro cardiorrespiratorio, asfixia, hemorragias masivas, inconsciencia, traumatismos severos; así como, el conocimiento de las posibilidades del sistema para responder a una emergencia y la forma de acceso al mismo. |
La reanimación cardiopulmonar básica es una de las técnicas del soporte vital y tiene como objetivo la oxigenación de emergencia del paciente, mediante la ventilación boca a boca y las compresiones torácicas externas para generar un flujo sanguíneo al cerebro y el miocardio. Las compresiones torácicas han de realizarse en el centro del pecho (mitad inferior del esternón). La técnica de ventilación boca a boca consiste en la introducción del aire espirado del reanimador en la vía aérea del paciente. |
1. El soporte circulatorio se consigue con el masaje cardiaco externo. Al comprimir el tórax del paciente se incrementa la presión intratorácica, además de comprimir el corazón directamente, lo que permite impulsar la sangre contenida en las cavidades cardiacas a los vasos sanguíneos, para su distribución por el organismo. 2. El soporte ventilatorio se obtiene insuflando aire espirado (concentración de O2 entre 16-18%) por el reanimador en los pulmones de la víctima, a través de una vía aérea permeable y, así, conseguir la sustitución de la ventilación del paciente. |
El soporte vital básico no requiere ningún material para su realización, salvo los dispositivos de barrera que pueden interponerse en la vía aérea y que limitan el contacto íntimo boca a boca, pero no disminuyen la eficacia de la ventilación. Las maniobras de SVB deben iniciarse antes de los 4 minutos tras la producción de la PCR. |