Ante la evidencia de signos de muerte biológica (livideces, rigidez, etc.).
Cuando exista grave peligro para el reanimador.
En aquellas circunstancias donde haya múltiples víctimas y no sea posible atender a todas simultáneamente, ha de hacerse un triage adecuado (clasificación de pacientes) para atender primero a las víctimas con más posibilidades de supervivencia.
Por constatación de una orden de no reanimación.